CRÓNICAS PATAGÓNICAS XXVI: Agradecimientos

Quisiera agradecer a todas las personas que me han ayudado durante el viaje, anónimas muchas de ellas, unas de nombre y otras de recuerdo. También quiero agradecer a quienes no solo no me han ayudado si no que decidieron seguir el camino opuesto... Por no haber llegado más lejos, que de haberlo intentado seguro que lo hubiesen conseguido. Mención aparte tienen los “chóferes” de quienes introduzco enlaces con sus fotos que ya están en otras partes de este “mi@sitio”, pues ya han sido mencionados y también retratados. Los primeros chóferes holandeses No tengo foto de ellos. Eran una pareja... Heterosexual. Mención importante en estos tiempos de nuevas estructuras sociales. Podéis ver como iba yo. Los segundos chóferes , también holandeses. Evidentemente esta pareja no era hetero, pero no sé si homo, entonces ¿que seraaaá, seraaaá...? Este era alemán y el chico argentino que también viajaba a dedo. Supongo que de pederastia nada, que el chico ya era mayorcito. Veo que afortunadamente aún pervive esta fraternal manera de viajar. Este se acopló al alemán y ya llevaban varios días juntos. La estanciera, algo así como la ranchera en gringo, y algo parecido a la tanquera en Menorca...??? Ella sola llevaba dos estancias con sus correspondientes trabajadores, madre soltera, ahí tenéis "el delito", ¡vamos un ejemplar patagónico único! Esto no era muy frecuente en Patagonia, ella misma me lo comentó. Andaba fastidiada de una "pata" por un "malentendido" con un caballo... Supongo que sería yegua. Alemanes en tropa este fue el relevo desde la Estancia La Siberia. Eran vehículos alquilados. Supongo que el campamento nocturno debía de ser más cómodo que el de la bici. Otro holandés , este se supone que era el que mejor se lo montaba, por lo menos su perspectiva del paisaje era diferente. Nos volvimos a encontrar unos días más adelante. Aparte de lo que veis, también entramos en el 4x4 mi bici y yo. Pero de este amplio grupo de benefactores, conocidos y otros totalmente desconocidos, ¿Cuánta gente nos ayuda cada día sin que lo sepamos? y a consecuencia de nuestra ignorancia les premiamos con el desprecio, la falta de aprecio y a veces cosas peores… De este amplio grupo quiero hacer especial mención a dos personas Marianela “la del campamento las Torres”, no recuerdo su apellido, y muy pero muy especialmente a Eliana Segovia del albergue Path@gone en Puerto Natales. Supongo que las fotos de la caminata de 12 días por el Paine os habrán gustado, si es así es a ellas a quien debéis mostrar vuestro agradecimiento. Yo solo pulsé el botón en el momento adecuado, que yo estuviese allí en ese momento dependió de ellas. No hay más secreto, es así de simple… ¡a cada cual lo suyo! Eliana Segovia puso el primer pilar para la caminata de varios días por el Paine. Cuando llegué al parque descubrí que no eran correctas las informaciones que afirmaban que se podía alquilar material en él. Había que alquilarlo en Puerto Natales y a unos precios elevadísimos, porque lo de la comida ya era desorbitado. Le mandé dinero a Eliana por el autobús para que me comprara comida para 10 días, y me alquilase una mochila. Como la mochila era muy cara me dejó la de su hijo… Según ella me informó, nunca volvió a su lugar de origen, no la recuperó…??? Como no tengo foto de ella me lo he currado un poco y le he "pintado un cuadro”, espero que le guste. Marianela era la encargada del campamento “Las Torres” Se encargó de guardarme mis cosas los 11 días que duró la caminata. Las seis bolsas las dejó en el almacén de uno de los establecimientos de la empresa, y la bici quedó atada a un árbol delante del pequeño puesto que tienen en el camping. Así y con todo, estando bien visible, no se pudo evitar el desaguisado que ya habréis leído, y del cual os pongo un enlace. Simplemente sin la aportación de estas dos personas gran parte de lo que habéis visto y leído no existiría... Así de sencillo.